“Deja de perfeccionar tu dieta. Haz espacio para sanar lo que las dietas han hecho.”
En esta entrada te compartimos la traducción de un texto de Dana Sturtevant, MS, RD, de Be Nourished. Si quieres consultar el original en inglés da clic aquí.
Es el Mes Nacional de la Nutrición, y mientras que la mayoría de las personas se enfocarán en alimentos saludables, nosotras pensamos que hablaríamos acerca de la competencia alimentaria. La competencia alimentaria nos recuerda que cómo y por qué comemos tienen un gran impacto en nuestra relación con la comida y con nosotras mismas. De hecho, la forma en que nos tratamos con respecto a nuestra alimentación es clave para generar paz con la comida. Ellyn Satter dice: “los comedores competentes son confiados, cómodos y flexibles con la alimentación, y son directos y confiables obteniendo suficiente comida disfrutable y nutritiva.” Si eres como la mayoría de nuestras clientes, sabes todo lo que necesitas (si no es que más de lo que necesitas saber) saber acerca de la comida, la nutrición y la alimentación saludable. Y este conocimiento puede haber tenido un impacto negativo en tu relación con la comida.
Aquí hay cuatro preguntas de Ellyn Satter para reflexionar acerca de tu propia competencia alimentaria:
- ¿Te sientes bien acerca de la comida y la alimentación – y te sientes bien acerca de sentirte bien?
- ¿Te gusta una diversidad de alimentos y disfrutas aprender a degustar alimentos nuevos?
- ¿Confías en ti misma para comer suficiente para ti?
- ¿Te tomas tiempo para comer? ¿Para tener comidas regulares (y colaciones) y poner atención al comer?
Desafortunadamente, las cosas que las personas hacen en nombre de cambiar la talla, figura o peso de sus cuerpos las hacen comedoras menos competentes. Con frecuencia experimentan un “contragolpe de la dieta” – mayor rigidez con respecto a los alimentos buenos y malos, restricción que conduce a un aumento en los atracones, desconfianza de sí misma en relación con la comida, sentimientos acerca de no “merecer” comida, aislamiento social por no querer arruinar su plan de dieta, y menor duración de los episodios a dieta (lo que significa que apegarse a un plan se vuelve más y más difícil).
La alimentación intuitiva es un enfoque que ayuda a las personas a sanar de los efectos secundarios de hacer dieta de manera crónica y de las conductas alimentarias alteradas. Una comedora intuitiva rechaza la mentalidad de dieta (una mentalidad restrictiva) y pone tanta atención a los mensajes internos del cuerpo acerca de qué, cuándo y cuánto comer como lo hace a la información acerca de la salud y la nutrición. Las decisiones acerca de la comida y la alimentación no tienen un impacto en el sentido de valor o merecimiento personal de una comedora intuitiva. Comer es una experiencia placentera libre de culpa y vergüenza. Ellyn Satter dice: “La alimentación normal ocupa un poco de tu tiempo y atención, pero conserva su lugar como solo un área importante de tu vida.”
Suena como algo asombroso, ¿no?
La relación de una persona con la comida y el cuerpo con frecuencia es pasada por alto cuando el foco principal de un profesional tratante está en mejorar la calidad de la dieta. Creemos que puede asumirse que muchas personas ya han estado intentando cambiar sus hábitos alimentarios (quizá durante años) y su dificultad para sostener tales cambios ha creado sentimientos de vergüenza y culpa, interfiriendo con su capacidad para hacer buenas elecciones para ellas mismas de aquí en adelante. Todo se convierte en un ciclo complicado, que rara vez es abordado en muchos entornos de tratamiento. Existen otras formas.
En Be Nourished y Mindful Eating México nos enfocamos primero en sanar tu relación con la comida y tu cuerpo, de manera que cuando hagas elecciones acerca de qué comer, estén arraigadas en la neutralidad con respecto al peso, amabilidad y auto-compasión. Esto hace que la experiencia de comer sea mucho más placentera. Y cuando comer saludablemente sabe bien y te hace sentir mejor, es más probable que continúes honrando tu salud con tus elecciones alimentarias.