Hace unos meses fui a tomar un café con una amiga. Cuando nos tomaron la orden ella pidió un café y yo un café con una galleta. Enseguida le pregunté si ella no quería una galleta o algo para comer a lo que me respondió: “No gracias, me estoy cuidando”. Lo que pensé enseguida fue “Yo también”, pero en ese momento no dije nada. Esa frase ha seguido dando vueltas y vueltas en mi cabeza y me pone triste pensar que en nuestra cultura cuidarse signifique que se reduzcan o eliminen determinados alimentos.

¿Qué entiendes por cuidarte? Durante muchos años yo utilicé la frase “se cuida” o “me cuido” para referirme a comportamientos restrictivos en la alimentación o a no incluir cierto tipo de alimentos en mi dieta diaria y a llevar un programa regular de ejercicio que, en el fondo, llevaba la intención de obtener un resultado de cambio en la forma o el tamaño del cuerpo. El mundo en el que vivimos refuerza constantemente ese sentido de la expresión y eso me hace sentir cierta frustración pues creo que se aleja mucho de lo que hoy entiendo por autocuidado.

Y es que poco a poco he comprendido que esa forma de “cuidado” puede causar daño, y que lo que empieza por lo que creemos que es la búsqueda de salud, puede terminar en un trastorno o en comportamientos que nos alejan mucho de ser saludables.

Mi experiencia personal y mi trabajo profesional con personas con trastornos de la conducta alimentaria me han hecho darme cuenta de lo importante que es cuidar el lenguaje que utilizamos en todo aquello relacionado con nuestro cuerpo y, en este sentido, creo que hacemos un mal uso de la palabra “cuidado”.

Hoy tengo ganas de contarte algunos ejemplos de lo que ahora entiendo por cuidarme y quiero invitarte a que tú también amplíes tu concepto de autocuidado.

C U I D A R M E

Significa conocer mi cuerpo y aceptarlo como es. “Conocer” y “aceptar” mi cuerpo son dos conceptos que parecieran fáciles de entender. Sin embargo a mí me ha llevado un montón de trabajo personal comprender y sigo trabajando en ello todos los días.

Significa darme cuenta de que no soy perfecta y de que no siempre “estoy bien”. Es darle la bienvenida a todas las emociones que habitan mi cuerpo y aprender a estar con ellas.

Significa acercarme con curiosidad a las señales que me permiten darme cuenta de lo que necesita mi cuerpo en diferentes momentos e intentar satisfacer esas necesidades. Es reconocer las sensaciones de hambre, saciedad y todo lo que hay en el medio y tratar de actuar conforme a ellas.

Es disfrutar de la comida que me parece deliciosa y no sentirme culpable por ello. También es reconocer que, en ocasiones, como sin tener hambre física, pero cuando soy consciente de lo que está pasando dentro de mí y utilizo la alimentación con atención plena es también un acto de autocuidado.

Es planear actividades que sé que me harán sentir bien mientras las hago, pero también después. Esto trato de aplicarlo al movimiento, la alimentación, las personas con las que me rodeo y lo que elijo ver o leer.

Es dedicar un rato todos los días (o la mayoría) a reflexionar acerca de lo que sucede a mi alrededor plantándome en el presente.

Es pasar tiempo con las personas que quiero y también saber reconocer cuando necesito un momento a solas.

Esas son algunas de las cosas que entiendo por cuidarme. Te invito a que reflexiones sobre el sentido que le das tú a una palabra tan importante y a que intentes distinguir su significado que de otros que te alejan de aceptarte y conocerte.

Te invito también a que cuando te descubras queriendo hacer una dieta para bajar de peso o hacer ejercicio solamente con este fin, te plantees: “no gracias, me estoy cuidando”.