En esta entrada del blog quiero compartirte un texto de Hilary Kinavey y Dana Sturtevant, de Be Nourished, con quienes me he certificado como proveedora de Confianza Corporal (Body Trust®). Espero que lo disfrutes y te sientas inspirada. Y, si se te antoja ser apoyada en este proceso, quizá te interese mi próximo taller Despertando a la Confianza Corporal: Un taller de autocuidado amoroso para mujeres en todos los cuerpos.

 

Soy una mujer recobrando confianza en mi cuerpo. Mi hambre, mis apetitos, mis anhelos, mi piel, mis huesos, mi talla, me pertenecen. Recupero mi valor personal, mi pertenencia en el mundo de seres hermosos y diversos. Vivo sin pedir perdón por las líneas rectas y las curvas, el tejido vivo, el corazón vulnerable que albergan mi historia viva, manifiesta, que respira.

Siento dónde comienza mi cuerpo y protejo sus bordes. El marketing, las expectativas, la mirada del “otro” pertenecen fuera de mí y no son para mi internalización. Ya no ingeriré lo externo ni lo convertiré en mi meta o en mi estándar. No cederé mi derecho a expresar mi libertad, mis necesidades, mis deseos o mi belleza.

Escucho a mis apetitos, a todos ellos. Digo sí. Y digo no. Mi cuerpo es sabio. Me conoce. Soy yo. Yo soy él. No es una expresión de glotonería o negligencia, ni es feo. Es una expresión de vida, y de estar viva. Es mi compañero durante esta vida que ha sido un recorrido repleto de topes y baches inesperados, amores y pérdidas – y como tal, mi cuerpo expresa mi historia con sus texturas, formas, picos y valles.

No te traicionaré, cuerpo mío, por una dieta interminable o un proyecto de superación personal. No confundiré delgadez por salud. Soy una mujer que reclama mi movimiento, mi ritmo, mi fluir. Busco satisfacción y exploro el placer. Valoro mi paz interna, mi valor personal, más que la aprobación de lo de afuera, el estigma y el ojo que inflige odio.

Me contaré entre los millones de mujeres que han llegado antes que yo y que han luchado por vivir compasivamente en los cuerpos que tienen, y también me contaré entre los millones de mujeres que vendrán y que recobrarán su confianza corporal. No estoy sola en el camino. De hecho, estoy ayudando al cambio en el mundo con mi valentía, mi fiereza, mi atrevido y hermoso cuerpo.